Así nos habla Dios:
La raza humana no tiene oportunidad de elevarse de sus pensamientos más bajos, hasta que ustedes se eleven hacia sus ideas más elevadas.
Estas ideas, expresadas a través de ustedes, como ustedes, crearán la plantilla, arreglarán el escenario, servirán como modelo para el nivel siguiente de la experiencia humana.
Ustedes son la vida y el camino. El mundo los seguirá. No tienen elección respecto a este asunto. Es el único asunto sobre el que no tienen libre albedrío. Simplemente es El Camino Que Es. Su mundo seguirá su idea respecto a ustedes mismos. Siempre la ha seguido, siempre la seguirá. Primero es su pensamiento respecto a ustedes mismos; luego sigue el mundo exterior de manifestación física.
Lo que piensan, lo crean. Lo que crean, en eso se convierten. En lo que se convierten, lo expresan. Lo que expresan, lo experimentan. Lo que experimentan, lo son. Lo que son, lo piensan.
El ciclo está completo.
El trabajo sagrado que llevan a cabo acaba de empezar, en realidad, porque, ahora, al fin comprenden lo que están haciendo.
Son ustedes los que se han obligado a saber esto, son ustedes los que han hecho que esto les interese. Ahora les importa más que antes Quienes Son Realmente, porque ahora al fin, ven toda la imagen.
Quienes son ustedes, lo soy YO.
Están definiendo a Dios
Les envié una parte bendita de Mí en forma física y ahora puedo conocerme experimentalmente como Me conozco conceptualmente. La vida existe como una herramienta para que Dios cambie el concepto en experiencia. Existe para que ustedes hagan lo mismo; porque ustedes son Dios haciendo esto.
Elijo crearme de nuevo en cada momento. Elijo experimentar la versión más grandiosa de la visión más grande que haya tenido Acerca de Quién Soy. Los he creado, para que ustedes pudieran volver a crearme. Esta es mi obra sagrada. Ésta es Nuestra mayor alegría. Esta es nuestra verdadera razón de ser.
Neale Donald Walsch, Conversaciones con Dios, Libro 3, hacia el final del libro…
Estaremos conversando con Dios, al conversar con ustedes.
Los Tres Tiempos de Dios
En el primer tiempo,
Dios Padre
habló con los hombres, entregándole las Tablas de La Ley a Moisés,
y la humanidad negó tres veces a Dios, en pensamiento, palabra y acción.
En el segundo tiempo,
Dios Hijo
habló con los hombres, y dijo: “El Padre Azul conoce a cada hijo… Está en el interior” y sus discípulos no le entendieron, deseaban que siguiera haciendo sus milagros, como cuando sanó al leproso. Y las iglesias “oficiales”, principalmente la católica sostiene lo que Mateo, en el capítulo 8 (versículos 1 al 5) escribe, que es una fantasía describiendo lo que hubieran querido Mateo que el Rabí hiciera: un show, como ahora se hace en la televisión, un espectáculo para impresionar a la gente.Pero el maestro era humilde, tranquilo y discreto cuando hablaba, como lo hizo frente a unos campesinos (felah) sentado en lo alto de una escalinata de una sinagoga en Corazim, rodeado de sus discípulos. Cuando lo estimó oportuno, el Galileo se dirigió a los presentes y lo hizo con decisión y dulzura.
Y sus discípulos se desesperaban, deseaban que siguiera haciendo prodigios para que todos acudieran a él, y se hiciera famoso. Pero Él continuó siendo humilde, no mostraba arrogancia, no tenía absolutamente nada de sed de protagonismo.
Jesús de Nazaret subía a diario, acompañado de su perro Zal, al cerro, a establecer comunicación con Ab-bá.
Pero la humanidad lo sigue negando tres veces, en pensamiento, palabra y acción, igual que lo hizo Pedro, antes de que cantara el gallo.
Sus discípulos escribieron los evangelios mucho después de que fuera crucificado y los evangelios están llenos de fantasías en el sentido de que el Maestro hacía espectáculos al hablar y sanar, por ejemplo, a aquél leproso, lo cuál es absolutamente falso
En el tercer tiempo
Dios Espíritu Santo
Según queda establecido en los los doce tomos del Libro de la Vida Verdadera, al hablar Jesús de Nazaret a su regreso,
como prometió en el “Acto de la Transfiguración” (esto, excepcionalmente, sí está en La Biblia), y después en la “Ascensión” cuando subió a los cielos,
envuelto en una nube, y ahí también prometió su regreso.
Es así cómo en México, comenzando en el año 1866 y terminando en el año 1950 Jesús explicó, por medio del Espíritu Santo,
el espíritu humano, conectado a la consciencia, cómo ser consciente de lo que se está haciendo o pensando,
y luego actuando, y no reaccionar solamente a los insultos y humillaciones de los gobernantes de un país.
Si te la pasas reaccionando a lo que te dicen, sin ser consciente de a dónde te lleva eso, estás perdido
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